
Ya quedaban solo unos dias para llegar a este mundo y mis papás decidieron tomarse el último respiro y se fueron a la playita a la casa del tio Daniel para pasar el fin de semana y asi adelantar el trabajo previo al gran dia.
Fue una excelente idea porque mi mamá calmó la ansiedad y mi papá disfrutó con sus amigos hasta el último momento.
Pese al nervio de los que nos acompañaron, me porté muy bien y me quedé tranquilito hasta que llegamos de vuelta a Santiago.
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